Escrito por: Ing. Ricardo Hernández Villaseñor
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¿Qué es el humus líquido?
También conocido como lixiviado de lombriz, es un abono natural de excelente calidad, resultado del proceso de compostaje de toda clase de residuos orgánicos caseros, agrícolas y pecuarios, procesados por las lombrices. Es un abono que favorece la fertilidad, mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, además, con su uso las plantas son menos susceptibles al ataque de plagas y enfermedades.
¿Qué aporta a los cultivos?
El humus aporta todos los macronutrientes (primarios y secundarios) como nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio y azufre, así como micronutrientes; cobre, manganeso, zinc, fierro, boro y molibdeno, todos ellos nutrientes esenciales para el desarrollo adecuado de las plantas. A lo anterior podemos sumar enzimas, aminoácidos, proteínas y microorganismos benéficos (protozoarios, bacterias y hongos), lo cual nos da como resultado un biofertilizante muy completo.

Beneficios en la nutrición
Al ser aplicado al suelo o a las hojas, los lixiviados de lombriz traen consigo cuantiosos beneficios, ejemplo claro de ellos son:
– Aumentan los organismos benéficos en el suelo.
– Estimula el desarrollo de la raíz.
– Eleva la capacidad del suelo para retener agua.
– Incrementa la productividad de los cultivos.
– Ayuda a corregir el pH en suelos ácidos.
– Su empleo reduce la contaminación por fertilizantes químicos.
– Mejora la estructura del suelo.
– Aporta nutrientes y mejora la capacidad de absorción de las plantas.
– Evita la concentración de sales.
– Estimula la humificación de la materia orgánica presente en el suelo.
– Potencializa el efecto de los plaguicidas y fertilizantes.
Beneficios en el control de enfermedades

La gran cantidad y diversidad de organismos benéficos presentes en el humus, tienen una actividad antimicrobiana, inhibiendo el desarrollo de enfermedades. Al ser aplicado a las hojas, estos microorganismos compiten por espacio con los patógenos, alterando su desarrollo y reproducción, además de:
– Impedir la germinación de esporas de toda clase de patógenos.
– Detienen hasta cierto grado las lesiones generadas por las enfermedades.
– Compiten y desplazan a las enfermedades en las raíces y en la parte aérea de la planta.
– Los antibióticos producidos por los organismos benéficos controlan a los fitopatógenos.
– Al mejorar el estado de la planta, aumentan su capacidad de respuesta ante el ataque de las enfermedades.
Preparación y aplicación
El humus líquido es un fertilizante que puede ser aplicado para todo tipo de cultivos, desde hortalizas, árboles frutales hasta plantas, árboles y arbustos ornamentales, durante todo su proceso de producción. Ya sea por medio del riego o bien a las hojas, esto puede ser solo o mezclado con fertilizantes foliares, granulados durante la fertirrigación o junto a plaguicidas, maximizando su efecto y aprovechamiento por parte del cultivo.
1) Preparación
Aplicación al suelo
En un recipiente al 50% de su capacidad agregamos la dosis completa de humus, removemos bien para generar una mezcla homogénea y después rellenamos el depósito.

Dosis
Plantas ornamentales, hortalizas en maceta y semilleros: 3 a 5 ml/ L H?O
Huertos caseros en suelo: 200 ml/ m2
En todos los anteriores la aplicación debe ser cada 7 días.
Árboles y arbustos: 500 ml/Planta
Si el suelo está compactado, debe removerse para facilitar su filtración y aprovechamiento.

Césped: 1 L/1000 m2
Tanto para el pasto como para los árboles y arbustos, el riego debe ser una vez por mes.
Aplicación foliar
Puede ser aplicado de esta forma a toda clase de plantas, solo evitando el contacto con las flores de los cultivos ornamentales.
Dosis: 5 a 10 ml/ L H?O
La aplicación se repite cada 15 días.
¡Esperamos que esta guía te sea de gran ayuda!